Hoy en la mañana, como cada mañana estaba en mis dominios, mi reino, mi cocina. Mi hijo el menor, de tres años, estaba en el segundo piso observando por vigésima tercera vez su película favorita. Tocaron a la puerta. Una vez mas tocaban pidiendo "ayuda" y una vez mas tuve que decir "ahora no". En eso el niño baja corriendo las escaleras queriendo atender la puerta y ante su frustracion porque la persona se había marchado, procedió a empezar su clásica pataleta.
Como buena madre le di una explicación, pero el señorito decidió ignorarme. Me dirigí a la cocina y seguí lavando mis adorados platos. Los gritos continuaron con un tono cada vez mayor y a la par yo le pedía que ya se calmara. En eso mis oídos se encogieron, tal boca llena de limón....yo solo escuche....a todo pulmón...."COOOME CACAAA".
Queeeeé?? para mi eso fue una autentica rayada de madre, salida de la boca de un lepe que ni se sabe limpiar cuando va al baño.
Con todo el dolor de mi corazón, fui a el y le tuve que dar su merecido, para su suerte no le tire ni un diente ni mucho menos sangro. Tampoco hubo fracturas. Lo que si, aprendió la lección. "A MAMA NO SE LE GRITAN MALAS PALABRAS".
A esta hora ya no siento el mas mínimo remordimiento, claro, por eso lo cuento. Ni tengo miedo deque se lleven a mis hijos al DIF porque los golpean en su casa.
Por el contrario, esta experiencia me hace recordar la forma en que me educaron y me enseñaron a respetar a los mayores.
A mi me mandaban a cortar mi propia vara de árbol con la que deseaba que me pusieran la tunda merecida.
A mi me lanzaban zapatos, cepillos, libros y cualquier cosa que me pudiera causar una fractura en la cabeza y así entender por las malas lo que por las buenas no.
A mi me daban a escoger el cinto con el cual me iban a dar. Ya no sabia si escoger el mas delgado o el mas grueso. Eso si, lo escogia con hebilla pequeña.
Pero, en la cara nunca. La cara era sagrada.
En el presente, yo con mis hijos he tratado de ser mas sutil y recurrir a la comunicacion mas que a las nalgadas. Pero a veces es justo y necesario. Y mas en estos tiempos, cuando escasean los valores familiares. Cuando en la televisón la violencia es tan natural. Y los que aun tenemos algo de esa "chapita" a la antigua, luchamos cada día para que nuestros hijos sean lo mas educados posible.
En mi casa me dicen "Lois"(Mama de Malcom in the middle), pero yo me autonombro:
Sra. Disciplina, y es que es facil adquirir este papel cuando tienes tres niños malcriados por educar...uno de 3 años, uno de 12 y uno de 35.