Quiero dar gracias a Dios, porque en este momento de mi vida he conocido la soledad. Me ha dejado tocar fondo y aprender de esta experiencia. Gracias Diosito, por regalarme dos faros. Estos evitan que suceda una catástrofe, y me ayudan a encontrar de nuevo mi camino cuando me encuentro perdida en lo mas obscuro del mar.
Gracias por ayudar a conocerme mejor, así he descubierto que soy una gran persona, que aun con tantos defectos, tengo mi alma transparente y quizá eso es lo que me permita tener a mi lado a las personas indicadas en momentos cruciales. Te cuento mi Dios, que hoy descubrí que cuento con personas, que de tan solo conocerlas hace dos meses, un mes, quince días, me han extendido su mano amiga, para que me sostenga y no caiga aun mas.
Te doy gracias, por tener una familia que da la cara por mi, y yo por ellos. Que bueno que nos creaste tan rebeldes y con defectos, aun así nos amamos. Gracias por permitir que mi papa me siga regañado, deseo y así continúe hasta que no tenga dientes, solo así, seguiré aprendiendo. Gracias por llevarte a mi madre a tu lado. Ella no quería estar aquí y desde allá nos cuida y nos guia.
Gracias por permitirme conocer el amor, el desamor, la felicidad, la tristeza y la inestabilidad como pareja. Sin todo esto, no sabría valorar los momentos de verdadero gozo.
Gracias por regalarme al padre perfecto de mis hijos. No hay otro igual. Deseo que se adoren siempre.
Gracias por dotarme de estos sentimientos, los cuales no tengo miedo a mostrar. No me avergüenzo de decir, Te amo! Te quiero! Te necesito! Gracias por tu amistad!
Gracias, porque cada día me hago grande y muy rica. Es como sacarse la lotería. Porque todavía tengo la capacidad de reír de estupideces de la vida cotidiana. Me sorprendo aun mas, cada día que envejezco, de la gente, de los animales, de los colores, de los sonidos, lo que huele y lo que se escucha. No me da miedo sentir demasiado. No me da miedo ser tan intensa. Me arriesgo a tocar a las personas demasiado, sin miedo al rechazo.
Gracias por permitir que exprese mis sentimientos a través de la palabra, a través del arte plástico, a través de una lente, a través del arte culinario, aun siendo una perfecta ignorante.
Gracias por regalarme la salud. Cuando pienso que me estoy rompiendo en pedacitos, algo por dentro hace que todo vuelva a funcionar en perfecta armonía. Serán mis células regenerandose, sera mi ADN, sera el sereno, pero en estos 34 años que me haz prestado, yo me siento de 25.
Solo que es este cuerpo de 25, a veces domina una mente de 42 y un alma de 60 años. Me he olvidado de mi salud mental y espiritual. Y ahora se, que he recibido la oportunidad de tu parte de levantarme y ni siquiera ver hacia atrás. Algo bueno me espera. Algo tienes para mi, muy bien guardadito y estaré esperando....Amen.